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laignoranciaesmuyatrevida

PARA NO PENSAR

Soy gallego de Corunha. Esto, así dicho, o mejor dicho, asi escrito ya ha dicho unas cuantas cosas sobre mi: que creo que el gallego es, al menos, una de las "lenguas" de mi tierra; que, en contra de la opinión de la mayoría de los lingüístas y los políticos gallegos, que la consideran un dialecto del castellano (aunque ellos lo expliquen de otra manera), yo creo que es una variante dialectal del portugués y que su pasado y su futuro, si ha de tenerlo, pasan por él, tanto para pisar una base léxica sólida de la que carecemos los gallegos, como para la consecución de un estándar ortográfico tan estable como el de cualquier lengua; o para recordar que existe un universo social en el lado hacia el que habitualmente no miramos más que para hacer turismo de ricos o negocios de...???. Mi afirmación también muestra, si escarban un poco, que me expreso habitualmente en gallego, pues nadie con dos dedos de frente adoptaría una postura tan cansina para darle vida exclusivamente en el limbo de las ideas. Por tanto no creo que les extrañe que les diga que me siento muy cansado. Agotado de escribir guardanapos en la lista de la compra cuando en los supermercados que visito sólo hay servilletas, de ir a Portugal y que me tomen por loco, de preguntarme si cualquier formulario, impreso, reclamación, solicitud llegará adonde debe si Corunha y Espanha figuran en lugar de Coruña y España (Galiza está actualmente aceptado, no sabemos hasta cuando, aunque no es una opción "recomendada". Pero esto puede cambiar mañana). Estoy agotado de elegir con pinzas mi vocabulario dependiendo de con quién esté hablando en ese momento, y así llamo A lo que en otros contextos denomino B porque no puedo evitar dejar de intentar evitar fallos en la comunicación, o dicho de otro modo, resultar constantemente pedante o ignorante, según los casos. Estoy agotado de pensar cómo voy a redactar cada cosa que escribo, sea un texto o una simple nota, para evitar hacer comprobaciones continuas en alguno de los muchos diccionarios a los que acudo. También estoy agotado de ver la TVG, escuchar a sus presentadores, a la mayoría de sus actores expresarse, por decir algo, en eso que Alonso Montero llamó muy acertadamente lengua litúrgica (creo no ni había estado ni volví a estar de acuerdo con él en ningún otro asunto), agotado de que un consejo de sabios decida, a saber cómo, ya no lo que se debe decir y lo que no, sino lo que existe y lo que no existe. De que los numerosos intelectuales gallegos, fieros guardianes de la tradición castellana del gallego, no tengan ni idea de lingüística, absolutamente ni idea, de que ni siquiera conozcan superficialmente esa norma que, sin necesidad de valor, defienden; por no hablar de que ni les debe sonar lo que es la etimología ya que, cuando precisan una palabra que desconocen, la inventan directamente, vaya, que les pasa lo que a mí: que son analfabetos en la lengua literaria que emplean.
Y ni fuerzas tengo ya para llevarme las manos a la cabeza. Estoy cansado de pensar en todo el dinero que se gasta en política lingüística, en sentido amplio, que mejor iba gastado en mariscadas... vaya redundancia que se me acaba de escapar...
En fin, si bien no renuncio por el momento a hablar y escribir en gallego, signifique esto lo que signifique, creo que necesito un pequeño respiro como este blog que, espero me permita, al menos por momentos, pensar más en lo que digo que en cómo lo digo, lingüísticamente hablando, o escribiendo, o lo que a mí me dé la gana... y ustedes, si no quieren, no me lean.

7 comentarios

atrevido -

¿por no ser un buen gallego????????????? huy, creo que eso sólo podría darse en caso de existir una o más formas de ser un buen gallego, que no creo que existan. y rencorosooooo... pues qué les voy a decir... que entre rencoroso y masoquista, me quedo con lo primero. En todo caso me hace mucha gracia el hecho de que ocultar mi nombre, opción que elijo exclusivamente para poder, por una vez, hablar de ideas y dejar las personas a un lado (esto es una aldea y los cuatro que nos dedicamos a cada asunto siempre nos conocemos), decía que me causa gracia que parezca que esta circunstancia pique la curiosidad de los que se han animado a pasar por este solar en construcción.
Bienvenid@s sean tod@s.

Martin Pawley -

Uy, uy, uy... qué divertido... ¡Si hay quien piensa que soy yo!

La identidad no pesa, por cierto. Pesan los cuerpos que tienen masa.

peke -

Rencoroso no; real como la puta vida misma. :)

towanda -

fronterizo y rencoroso...

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Hola:

advierto en ti un cierto sentimiento de culpabilidad por no ser "un buen gallego". Qué duro tiene que ser el peso de la identidad.

Martin Pawley -

¡Bien dicho, sí señor!